Si sus oficinas fueran un coworking ¿querría trabajar en ellas?
Acompáñenos en esta reflexión. Imagine que sus oficinas fueran una empresa de coworking. ¿Sus empleados estarían dispuestos a pagar por el privilegio de ir a trabajar en ellas?
Al fin y al cabo, esa es la propuesta de valor de los espacios de trabajo compartidos. Hay gente dispuesta a pagar a cambio de poder ir a trabajar a una oficina (y puede que no ir a trabajar a la de su empleador) en vez de quedarse en casa.
Así que, si le parece oportuno, póngase momentáneamente en las botas de un gestor de espacio de coworking. O mejor aún, póngase en los zapatos de sus empleados. ¿Querría usted pagar por poder ir a sus oficinas a trabajar?
Si la respuesta es no, y se ha repetido para sus adentros que no tienen por qué ser tan bonitas, o cómodas, o productivas como los espacios que hacen negocio alquilándose, tal vez usted ya sepa la razón por la que la moral de sus empleados está baja, la productividad no remonta o puede que incluso esté sufriendo las consecuencias de lo que se ha dado en llamar “la gran renuncia”.
Por supuesto , nada de lo que vamos a decir a continuación tiene importancia si los gerentes o directores de equipo no cuentan con el respaldo de aquellos que tienen a su cargo, si no hay flexibilidad de horarios, o si nunca se tienen en cuenta las necesidades y peticiones de los empleados.
Pero asumiendo que nuestros trabajadores se sienten debidamente amparados y escuchados, podemos plantearnos llevar nuestra empresa al siguiente nivel y contemplar cómo el entusiasmo y la motivación se contagian a toda la organización.
No lo podemos negar, parece que hay algo especial en los espacios de coworking. A medida que los investigadores que, durante años, han estudiado cómo prosperan los empleados, nos sorprendió descubrir que las personas que les pertenecen reportan niveles de prosperidad que se acercan a un promedio de 6 en una escala de 7 puntos. Este es al menos un punto más alto que el promedio de los empleados que hacen su trabajo en oficinas regulares, y algo tan inaudito que tuvimos que mirar los datos de nuevo.
Por qué a los trabajadores les gusta utilizar las oficinas de coworking:
1. Las personas que usan espacios de coworking ven su trabajo como significativo.
Aparte del tipo de trabajo que están haciendo, los autónomos encontraron significado en el hecho de que podían ser ellos mismos en el trabajo. Pueden hacerlo de varias maneras.
En primer lugar, a diferencia de una oficina tradicional, los espacios de coworking consisten en miembros que trabajan para diferentes empresas, negocios y proyectos. Debido a que hay poca competencia directa o política interna, no sienten que tienen que ponerse su personalidad laboral para encajar.
En segundo lugar, el significado también puede provenir de trabajar en una cultura en la que es la norma ayudarse unos a otros, y hay muchas oportunidades para hacerlo; la variedad de trabajadores en el espacio significa que los compañeros de trabajo tienen conjuntos de habilidades únicas que pueden proporcionar a otros miembros de la comunidad.
2. Oportunidades de aprendizaje
La investigación de Gallup revela que los empleados de hoy en día esperan que la formación y el desarrollo sean parte de la oferta en el lugar de trabajo.
Su encuesta descubrió que el 87 % de los millennials, es decir, cualquier persona nacida entre 1981 y 1996, están muy influenciados por las oportunidades de aprendizaje y desarrollo que se ofrecen al decidir si aceptan un nuevo trabajo.
Por supuesto, los espacios de coworking no pueden compensar la formación real en el trabajo, pero muchos de ellos ofrecen numerosas oportunidades para aprender nuevas habilidades.
3. Un sentido de pertenencia
Los espacios de coworking pueden darnos el impulso social que necesitamos. Nuestro sentido de pertenencia, o nuestra necesidad de conectarnos y ser aceptados por un grupo, es vital para nuestro bienestar.
Pertenecer es algo más que conocer gente en Zoom. Se trata de ser aceptado y apoyado por los miembros del grupo, y aceptarlos y apoyarlos a su vez.
Es por eso que los entornos de coworking más exitosos hacen un esfuerzo por ser inclusivos y diversos, lo que permite a los miembros sentir que pueden llevar todo su ser al lugar de trabajo.
«Amor y pertenencia» se encuentra en medio de la Jerarquía de Necesidades de Abraham Maslow, una teoría que dice que nuestras acciones están motivadas por ciertas necesidades fisiológicas.
Un espacio de coworking es un lugar que los empleados remotos pueden visitar para reconectarse con sus colegas después de períodos de trabajo desde casa. También ofrece a los empleados la oportunidad de construir relaciones y grupos sociales con otras personas que utilizan el espacio.
4. Los espacios de coworking ofrecen recursos para el bienestar
Dado que pasamos alrededor del 50 % del total de nuestras horas de vigilia durante un día laboral en el trabajo, no es de extrañar que nuestra vida laboral pueda tener un impacto significativo en nuestra sensación de bienestar.
Con esto en mente, es muy importante que los empleadores creen entornos de trabajo, físicos o virtuales, que prioricen el bienestar y el equilibrio entre el trabajo y la vida privada.
Con el fin de lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida privada, los empleadores deben ser flexibles, y los espacios de coworking pueden facilitar esta necesidad.
Por ejemplo, el coworking puede acomodar el trabajo híbrido, ya que los empleadores solo pagan los escritorios que necesitan en un momento dado.
La mayoría de los espacios de coworking están diseñados de una manera que también es propicia para el bienestar. Las amplias áreas de descanso, los escritorios adaptables, las áreas que se adaptan a diferentes estilos de trabajo pueden ayudar a las personas a mantener un alto nivel de productividad sin quemarse.
La calidad del aire también juega un papel fundamental en la experiencia de los empleados.
Cada espacio de trabajo debe tratar de mejorar la filtración y la ventilación, y monitorear y medir el aire interior con regularidad.
Los espacios de coworking también tienen el poder de mejorar el bienestar de las personas a través de eventos y servicios.
Las reuniones sociales, el yoga o la meditación y las señales de salud mental son solo algunos ejemplos de iniciativas orientadas al bienestar que varios espacios están llevando a cabo.
5. Acceso a la tecnología
Una encuesta realizada en 2017 por el Hubble encontró que una “conexión a internet rápida» era la cosa número uno que la gente tenía en cuenta al elegir un espacio de oficina.
Avancemos rápidamente al presente y podemos asumir con seguridad que una conexión rápida es un hecho en cualquier espacio de coworking.
Antes del Covid, muchos de nosotros dábamos por sentada nuestra conexión a Internet durante la jornada laboral. Cuando se presentó el trabajo desde casa, muchos de nosotros luchamos, y todavía lo hacemos, con una conexión poco fiable.
Los mejores espacios de coworking tienen una excelente conexión a Internet y acceso a soporte profesional de TI para los momentos en los que las cosas, inevitablemente, no van según lo planeado.
El soporte de TI a veces se extiende a los miembros, que pueden llamar a estos profesionales para sus propias necesidades tecnológicas en el trabajo.
6) Tienen más control laboral.
Los espacios de coworking son normalmente accesibles las 24 horas, los 7 días de la semana. Permiten que el trabajador tenga un horario flexible y tenga el control de cuándo y dónde.
La gente puede decidir si pasar un día largo cuando tiene una fecha límite o quiere avanzar en el proyecto, o puede decidir tomarse un largo descanso a mitad del día para ir al gimnasio.
Pueden elegir si quieren trabajar en un espacio tranquilo para poder concentrarse, o en un espacio más colaborativo con mesas compartidas donde se fomenta la interacción.
Incluso pueden decidir trabajar desde casa, sin repercusión, si necesitan estar cuando llegue el chapuzas o lidiar con la necesidad de un miembro de la familia.
7) En un coworking se sienten parte de una comunidad.
Las conexiones con otros son una gran razón por la que la gente paga por trabajar en un espacio común, en lugar de trabajar desde casa de forma gratuita o alquilar una oficina anodina.
Cada espacio de coworking tiene su propio ambiente, y los gerentes de cada espacio hacen todo lo posible para cultivar una experiencia única que satisfaga las necesidades de sus respectivos miembros.
Sin embargo, es importante destacar que la socialización no es obligatoria ni forzada.
Los miembros pueden elegir cuándo y cómo interactuar con los demás.
Es más probable que disfruten de las discusiones durante el café en la cafetería porque fueron a la cafetería con ese propósito, y cuando quieren que los dejen solos en otro lugar del edificio, lo están.
Conclusión
Tendemos a mirar las oficinas como los padres miran el colegio: “siempre han sido así”. Aunque esto no es cierto, como hemos escrito en nuestra historia del diseño de las oficinas, sí es verdad que aceptamos con resignación lo que nos dan, como si no se pudiera hacer de otra forma.
Sin embargo, al igual que con la enseñanza, por supuesto que otra forma de enfocar los espacios de trabajo es posible.
Si miramos nuestras oficinas desde la perspectiva del coworking, seguramente las veremos de una forma totalmente diferente.
Si queremos que los empleados no sólo vengan a la oficina, sino que quieran venir, tenemos que cambiar la forma en que las diseñamos.
Tenemos que ser flexibles con sus realidades personales y con sus necesidades, y procurar convertir la presencia en la oficina en una experiencia positiva, donde se interactúa, se trabaja (por supuesto), se aprende y se colabora.
Si está planeando rediseñar su espacio de oficina, ¡tenga en cuenta esta perspectiva! En Distrito HM somos expertos en diseño de espacios de trabajo. Póngase en contacto con nosotros hoy para hablar sobre sus planes y nos encargaremos de hacerlos realidad.
