
Los cinco principios de diseño de George Nelson
En este artículo vamos a repasar los cinco principios de diseño que estableció George Nelson, primer director de diseño de Herman Miller, que escribió como presentación del primer catálogo de colección de la empresa.
¿Quién fue George Nelson?
George Nelson fue uno de los fundadores del modernismo y uno de los diseñadores de muebles más emblemáticos del siglo XX.
Nacido en 1908 en Hartford, Connecticut (EE. UU.),estudió arquitectura en la Universidad de Yale. Gracias a una beca estudió en la Academia Americana en Roma entre 1932 y 1934.
En Europa conoció las grandes obras de la arquitectura y a los protagonistas principales del arte moderno. Decidió que viajaría por Europa y entrevistaría a los principales arquitectos modernos, con el fin de obtener artículos que publicaría en la revista «Pencil Points«. También en esta época contrajo matrimonio con Frances Hollister.
Tuvo mucho éxito, y en el proceso introdujo a la comunidad de diseño de los EE. UU. la vanguardia europea.

A raiz de esos artículos, en 1935, Nelson fue nombrado editor de la revista Architectural Forum, donde trabajó hasta 1944.
En 1945, para su libro Tomorrow’s House (La casa del mañana) George Nelson diseñó Storagewall, el primer sistema de almacenamiento modular y precursor de los sistemas de muebles. Además, Storagewall se presentó de manera independiente en un artículo de la revista Life en 1945, causando una auténtica sensación en la industria del mueble.
El fundador de Herman Miller, D.J. De Pree vio el artículo y estaba tan impresionado que pagó una visita de Nelson a Nueva York y le convenció para que fuera su director de diseño.
El primer catálogo de Herman Miller producido por Nelson fue lanzado en 1945, y en los años siguientes se incluirían algunos de los más emblemáticos muebles para el hogar del siglo XX.

La relación de amistad que se estableció entre Nelson y De Pree dio lugar a una increíble gama de productos, desde el divertido sofá Marshmallow hasta el primer escritorio en forma de L, un precursor de los puestos de trabajo actuales.
Permaneció allí hasta 1972 y se convirtió en una figura clave del diseño americano; además de crear muebles para el hogar y la oficina, Nelson también convenció a sus colegas Charles y Ray Eames, Isamu Noguchi y Alexander Girard de que trabajaran para Herman Miller.
En 1960, Herman Miller creó Herman Miller Research Corporation bajo la dirección de Robert Propst y la supervisión de George Nelson. Aunque Nelson permaneció en el campus principal de Herman Miller en Zeeland, Míchigan, Robert Propst y Herman Miller Research Corporation se ubicaron en Ann Arbor, Michigan para estar más cerca de la Universidad de Michigan.
El objetivo de la empresa era estudiar los cambios en el uso del mobiliario de oficina que se habían producido durante el siglo xx, no solo el mobiliario en sí.
Después de consultar con expertos en psicología, antropología y varios otros campos, Propst creó la línea Action Office I, que fue ejecutada por el estudio de Nelson y apareció por primera vez en el catálogo de 1964 de Herman Miller.
Por este diseño Nelson recibió el prestigioso premio Alcoa. La línea Action Office I no fue un éxito y Nelson fue apartado del proyecto.

Propst creó entonces la Action Office II, que hoy en día se conoce mejor como la oficina cubículo, que éste acabaría denostando, ya que en su opinión creaba un «efecto deshumanizador del sistema como entorno de trabajo». Propst reconocía que era perfecto para los planificadores, ya que optimizaba el espacio para meter al máximo de personas posible.
Su obras de arquitectura incluyeron numerosas residencias privadas. La Sherman Fairchild House (1941) llamó poderosamente la atención y su Experimental House demostró claramente su interés por las construcciones prefabricadas y la planificación urbanística flexible.
El estudio George Nelson & Associates
Del estudio de George Nelson salieron obras que hoy son conocidas como grandes iconos del diseño de muebles, Entre los diseñadores que trabajaron en el estudio de George Nelson están Irving Harper (que diseñó el sofá Marshmallow), George Mulhauser (diseñador de la Coconut Chair), Robert Brownjohn (diseñador de los sets de la película de James Bond «Goldfinger«), Don Chadwick (silla Aeron), Bill Renwick, Suzanne Sekey, John Svezia, Ernest Farmer, Tobias O’Mara, George Tscherny (quien diseñó los anuncios de Herman Miller), Lance Wyman o John Pile. Otras sillas icónicas de su estudio son el Platform Bench, el Daybed, Coconut Chair, Kangaroo Chair, Flying Duck Chair, Sling Sofa & Coffee Table o la silla Pretzel.

Con su estudio, Nelson impulsó que el diseño participara en todos los aspectos de la empresa, siendo pionero en la práctica de gestión de la imagen corporativa, programas gráficos y señalización.
Según George Nelson para que un diseñador trate de manera creativa las necesidades humanas, “lo primero que debe hacer es una ruptura radical, consciente, con todos los valores que él identifica como antihumanos”.
Los diseñadores deben estar constantemente al tanto de las consecuencias de sus acciones sobre las personas y la sociedad. De hecho, declaró que el “diseño total es nada más (o nada menos) que un proceso de relacionar todo con todo”. En su opinión, en lugar de especializarse, los diseñadores deben cultivar una amplia base de conocimiento y comprensión.
Los cinco principios de diseño de George Nelson
Estos cinco puntos fueron señalados en la introducción que George Nelson escribió en el primer catálogo de colección que publicó Herman Miller.

1) Lo que haces es importante
La creencia de Nelson de que una colección debe elevar cada producto más allá de su mérito individual para servir al «programa» superior, para tomar prestado un término arquitectónico, todavía es apreciable hoy en día, especialmente cuando «el programa se fortalece con la participación de un grupo de diseñadores que comparten las actitudes particulares de Herman Miller». Cada pieza en la Colección Herman Miller debía reflejar esta afinidad y fidelidad: debía presentar una solución que fuera tan funcional como hermosa.
Al volver a la introducción de Nelson al catálogo de 1948, uno comienza a entender que al arraigar un portafolio de diseño en una ética en lugar de en la estética, no solo te aíslas de la volubilidad de las tendencias del mercado, sino también de la amenaza de la obsolescencia. Si comienzas con un problema y creas una solución elegante para ese problema, hay una fuerte posibilidad de que tu diseño perdure. Aunque Herman Miller sea una empresa mucho más grande de lo que era cuando Nelson y DJ De Pree se embarcaron en el lanzamiento de la colección de 1948, la base sobre la cual fue construida es tan ilimitada como atemporal.
2) El diseño es una parte integral del negocio
En el esquema de esta empresa, las decisiones del diseñador son tan importantes como las de los departamentos de ventas o producción. Si se cambia el diseño, esto se hace con la participación y aprobación del diseñador. No hay presión sobre él para modificar el diseño para cumplir con el mercado.
3) El producto tiene que ser honesto
Herman Miller interrumpió la producción de reproducciones de época hace casi doce años porque su diseñador, Gilbert Rohde, había convencido a la dirección de que la imitación de diseños tradicionales era estéticamente insincera. (No podía creer esta historia cuando la escuché por primera vez, pero después de mi experiencia en los últimos años, sé que es cierta).
4) Tú decides en qué quieres trabajar
Herman Miller nunca ha realizado investigaciones de mercado o pruebas previas de sus productos para determinar lo que el mercado «aceptará». Si un diseñador y la dirección están satisfechos con una solución para un problema específico de mobiliario, se pone en producción. No se intenta conformarse con las supuestas normas del «gusto público», ni hay una fe especial en los métodos utilizados para evaluar al «público comprador». La razón por la que a muchas personas les sorprende la frescura de los diseños de Herman Miller es que la empresa no sigue la corriente. Por lo tanto, sus diseñadores no están limitados por el temor de la dirección a quedarse atrás. Todo lo que se le pide al diseñador es una solución válida.
5) Hay mercado para el buen diseño
Esta suposición ha sido más que confirmada, pero se necesitó una gran cantidad de valentía para hacerla y mantenerla. El hecho es que en el mobiliario, como en muchos otros campos, existe un segmento sustancial del público que está bastante adelante de los fabricantes. Pero pocos productores se atreven a creerlo.
George Nelson acababa su introducción con un párrafo que hoy en día desearíamos que se aplicara con más rigor en muchos aspectos de la vida, ya sea social, política o industrialmente.
La colección es permanente en el sentido de que no será desechada para cada mercado o cada nueva «tendencia» anunciada por los expertos en estilo. Está diseñada para crecer, no necesariamente en tamaño, sino en la perfección de sus componentes. Ninguna pieza se conservará si se puede desarrollar un diseño mejor para ocupar su lugar, ni se seguirá un determinado método de fabricación simplemente porque siempre se hizo así. Además, las formas de vida cambian continuamente. Una vez más, creo que el material en este libro sugiere la actitud de manera más clara que cualquier declaración.
Escrito en 1945, estos principios siguen siendo igual de válidos hoy, y siguen estando detrás de todo lo que fabrica Herman Miller.
Sobre Distrito HM
En Distrito HM, Associate Dealer del grupo MillerKnoll (Herman Miller, Knoll, CBS, Geiger, HAY,, Maharam, Muuto, naughtone, etc.). en España, creemos firmemente en el valor del diseño y por eso tenemos uno de los showrooms más grandes de Europa, donde pueden verse muchas de las soluciones de MillerKnoll para los espacios de trabajo. Trabajamos codo con codo con arquitectos y diseñadores para facilitar su trabajo y ofrecer la solución que mejor se adapte a sus proyectos.
Si quiere que le ayudemos a implementar un diseño que haga que el propio George Nelson estuviera orgulloso, no dude en ponerse en contacto, juntos encontraremos la mejor solución para su proyecto.