El color del año ¿tendencia o estrategia?
Cada año, la llegada de un nuevo “Color del Año” por parte de marcas influyentes como Pantone, Sherwin-Williams o Benjamin Moore genera gran expectación en el mundo del diseño y la decoración. Para los profesionales del sector, esta elección puede parecer una brújula que señala la dirección en la que se moverán las tendencias del año. Pero más allá de la fascinación por estas selecciones cromáticas, surge una pregunta crucial: ¿estas decisiones realmente reflejan tendencias en el diseño, o son, en el fondo, una estrategia de marketing destinada a impulsar ventas y mantener la relevancia de las marcas?
Por un lado, no cabe duda de que estas elecciones están respaldadas por una profunda investigación. Las empresas responsables de designar el “Color del Año” no toman la decisión a la ligera.
Equipos de expertos analizan meticulosamente un amplio espectro de influencias globales: desde movimientos culturales y artísticos, hasta avances tecnológicos y cambios en el comportamiento del consumidor. Por ejemplo, el color “Future Dusk” previsto por WGSN y Coloro para 2025 no es simplemente un tono de azul oscuro; es una respuesta al deseo creciente de escapismo y la fascinación por lo celestial en un mundo marcado por la incertidumbre.
Del mismo modo, el “Quietude” de Sherwin-Williams para 2025, un suave tono de verde salvia, se alinea perfectamente con una necesidad colectiva de tranquilidad y bienestar en los espacios habitables, una tendencia que ha ganado fuerza en el diseño de interiores pospandemia.
Estas elecciones no solo se reflejan en la teoría; tienen un impacto tangible en el diseño y la arquitectura. Decoradores y arquitectos alrededor del mundo adoptan estos colores, integrándolos en sus proyectos para mantener la relevancia y responder a las demandas del mercado. Los colores seleccionados, por lo tanto, no son solo modas pasajeras; responden a tendencias más amplias que definen la estética contemporánea, conectando con temas globales como la sostenibilidad y el bienestar.
Sin embargo, no podemos ignorar el hecho de que el “Color del Año” también sirve como una poderosa herramienta de marketing. Cada anuncio genera una avalancha de artículos, eventos y, por supuesto, productos asociados. Las marcas capitalizan este momento, creando un sentido de urgencia y novedad que incita a los consumidores a renovar sus espacios con el color de moda. El fenómeno no es casual; es parte de una estrategia bien orquestada para mantener la relevancia de las marcas en un mercado altamente competitivo.
En este contexto, se podría argumentar que la designación de un color del año puede crear una demanda artificial, alimentando un ciclo de consumo que no siempre responde a las necesidades reales del usuario, sino a un deseo impulsado por la industria de mantenerse al día con las últimas tendencias. Además, el uso de influencers y campañas publicitarias dirigidas amplifica este efecto, convirtiendo al “Color del Año” en algo más que una tendencia: es un evento mediático que busca capturar la atención tanto de los profesionales como del público en general.
Al final, el “Color del Año” es una mezcla fascinante de tendencia y estrategia de marketing. Para los profesionales del diseño y la arquitectura, es esencial navegar entre ambos aspectos con un enfoque crítico. Si bien estos colores ofrecen inspiración y pueden ser herramientas útiles para estar al día con las tendencias, también es importante cuestionar si se están utilizando para servir mejor al cliente y al proyecto, o si simplemente son una respuesta a las dinámicas del mercado.
Argumentos a favor de la Tendencia
1. Investigación y predicción basada en datos
• Las empresas líderes en color, como Pantone y WGSN, emplean equipos dedicados de expertos que analizan tendencias globales en arte, moda, tecnología, y cultura. Este enfoque riguroso asegura que el “Color del Año” refleje el pulso del momento, capturando el espíritu de la época y respondiendo a cambios sociales y psicológicos.
• Ejemplo: El color “Future Dusk” para 2025, anunciado por WGSN y Coloro, refleja un movimiento hacia lo celestial y lo misterioso, alineado con una mayor búsqueda de escapismo y fantasía en un mundo cada vez más incierto .
2. Influencia real en el diseño de interiores y la arquitectura
• Los colores del año no solo son observados, sino que son adoptados por profesionales en la industria. Decoradores y arquitectos integran estas tonalidades en sus proyectos, lo que evidencia que las elecciones están influyendo en el diseño de interiores de manera concreta.
• Además, los colores seleccionados suelen resonar con las necesidades emocionales y psicológicas del público. Por ejemplo, tonos suaves y reconfortantes como “Quietude” de Sherwin-Williams para 2025, responden a un deseo colectivo de calma y serenidad en un mundo pospandemia .
3. Coherencia con movimientos globales
• La sostenibilidad y el bienestar son temas recurrentes en las tendencias actuales. Las paletas de colores elegidas a menudo reflejan estos valores, promoviendo tonos que sugieren conexión con la naturaleza, sostenibilidad, o un retorno a lo esencial. Esto conecta a las marcas con movimientos más amplios y auténticos en el diseño global.
Argumentos a favor de la estrategia de Marketing
1. Impulso a las ventas y relevancia
• La designación de un “Color del Año” crea una narrativa poderosa que mantiene a las marcas en el centro de la conversación, no solo entre profesionales, sino también entre consumidores finales. Este anuncio se convierte en una herramienta eficaz de marketing, generando interés mediático, eventos, y lanzamientos de productos que pueden traducirse en un incremento de ventas.
• Ejemplo: Las colecciones de pinturas y productos asociados que lanzan las marcas tras el anuncio del color del año están claramente diseñadas para capitalizar el interés generado y fomentar la compra impulsiva o planeada.
2. Creación de una necesidad artificial
• Desde una perspectiva crítica, se podría argumentar que estas selecciones de color crean una demanda artificial. El público, influenciado por la autoridad de estas marcas, siente la necesidad de actualizar sus espacios con el color de moda, aunque no siempre se alinee con sus preferencias personales o necesidades reales.
• La insistencia en un color del año puede llevar a una obsolescencia percibida de las elecciones de colores pasados, alimentando un ciclo de consumo innecesario.
3. Influencers y publicidad dirigida
• Las campañas de marketing que rodean al “Color del Año” suelen estar respaldadas por estrategias de publicidad y relaciones públicas que involucran a influencers y medios especializados. Esto amplifica el alcance y asegura que la narrativa se inserte en la mente de los consumidores como una tendencia que “deben” seguir, más que una opción entre otras.
Colores del año 2025
. WGSN y Coloro predicen el color “Future Dusk” para 2025 .
Sherwin-Williams y su selección del color “Quietude”
Behr anuncia “Rumors” como su color del año 2025 .
Valspar anuncia su color para 2025
Complemento: Drury Designs
Conclusión
La elección del “Color del Año” es, sin duda, un fenómeno complejo que opera en la intersección entre las tendencias reales del diseño y estrategias de marketing. Para los decoradores y arquitectos, entender ambos aspectos es crucial. Por un lado, aprovechar estas tendencias puede ayudar a mantenerse a la vanguardia del diseño, mientras que, por otro, es importante ser crítico y considerar si estas elecciones realmente benefician al proyecto y al cliente, o si simplemente responden a una estrategia de mercado.
Con cada fabricante de pinturas nombrando colores diferentes, prácticamente cualquiera que se utilice estará dentro de la tendencia para alguna de las marcas del mercado.