El tamaño de las unidades de procesamiento central (CPU) está disminuyendo junto con el espacio. No obstante, las organizaciones no siempre pueden solventar la incorporación de estas CPU nuevas, más pequeñas, en todas partes. El resultado: áreas de trabajo reducidas que se vuelven cada vez más pequeñas.

Los soportes para CPU desarrollados por Colebrook Bosson Saunders desocupan el espacio de trabajo y ponen la CPU en espacios en los que pasan desapercibidos, a la vez que contribuyen a la limpieza visual al ocultar los cables y conexiones de ordenadores y otros dispositivos.