El sofá Dorothea recibe su nombre a partir de la planta Dorothea, de la familia de los Lithops. El asiento plano y asimétrico está envuelto por un respaldo escultórico que actúa como elemento portador del sistema.

Más delgado en la parte central, esto aumenta en grosor en sus extremos, abrazando el acolchado y generando una acogedora fluidez de líneas suaves y volúmenes netos.

La planta Lithops Dorotheae en flor, de la familia de las suculentas.

Las formas orgánicas, declinadas en nueve módulos –cinco asientos y cuatro respaldos de diferentes tamaños–, fomentan composiciones complejas y originales que van más allá de la clásica modularidad lineal.

Al igual que en la naturaleza, los elementos individuales se acercan espontáneamente y, siguiendo la tangencia de sus propias curvas, evolucionan en colonias que aprovechan al máximo la dimensionalidad del espacio.